viernes, 19 de abril de 2013

NACIMIENTO DE NECROS

Mientras las siluetas de las estrellas y Lunas de la negra bóveda celeste se adivinaban al son de los fogonazos que liberaba el arduo trabajo de Frahus en la fragua, Virgia y Génesis reposaban pensativos observando a las vidas inferiores, (e ignorantes), que poblaban esa tierra antaño muerta.

Lepóridos,cérvidos y équidos correteaban por las praderas de levante,gráciles y bellos, junto a sus compañeros hombres;cordilleras de mármol y caliza inhabitadas salpicaban con sus irregularidades las tierras montañosas; en los bosques,variada fauna convivía harmónicamente con la rica vida vegetal circundante;mientras,en los desiertos meridianos, hombres de ébano  se distribuían por una tierra de dunas y oasis, compartiendo lugar con feroces criaturas creadas para habitar tal exigente ambiente;simultáneamente, a la par que extrañas criaturas dejaban adivinar su forma en la translucidez de las aguas marinas, múltiples humanos se maravillaban con la riqueza de recursos naturales de las Islas de los Mares más allá de la Tierra Unida, Islas que, con el tiempo, se ganarían a pulso la denominación de Islas Talasemias ("de los Mares de Sangre").

Contemplando esta explosión de vida y fructificación, Virgia se regocijaba en su júbilo,la vida crecía, se multiplicaba, se enriquecía en diversidad. Génesis admiraba la complejidad de aquello que sus actos habían forjado, pero pronto encontró el tedio en observar indefinidamente cómo el ciclo natural, invariable y perfecto, se sumía una y otra vez en una monotonía estresante, la cual no parecía disgustar a Virgia en absoluto. Al mismo tiempo, una sensación de inseguridad empezaba a atormentar a Génesis, al ver que las criaturas que habían nacido de su mano compartían su condición de inmortalidad,ni el tiempo ni la corrupción les afectaban al igual que a Él, algo que hería profundamente su ego. Paralelamente, las formas vivientes que habitaban mares y tierras se hacían más y más numerosas,haciendo peligrar la integridad de la propia Tierra y su natural equilibrio, mientras la alegría de Virgia crecía proporcionalmente. Génesis era incapaz de entender el júbilo de Virgia: " Pobre e inocente hija mía! No se percata de que estas criaturas no tienen derecho a compartir nuestra vida gozosa y fácil. La vida fluye por el mundo igual que el agua por los ríos, ensanchando la Tierra a su paso, enriqueciéndola con su esencia; pero al igual que el río ha de encontrarse con el mar, para aplacar su cauce y evitar que las aguas se desborden, la vida ha de encontrarse al final de su camino con la Muerte, con un pozo que recicle las ánimas y permita el equilibrio natural".

Y así, Génesis mandó forjar a Frahus una daga con una hoja capaz de cortar a un Dios. Frahus, a pesar de tal extraña petición, no hizo preguntas y acometió su tarea, pues era el trabajo su origen y su fin último, y forjó una daga de hoja curva, con un único filo dentado,de empuñadura engastada con las más preciosas gemas que pudieran imaginarse. Génesis tomó entonces la daga y, de cara a la bóveda celeste, se seccionó parcialmente el abdomen, permitiendo que una porción de su contenido se liberara en el viento cósmico. De su bilis nacieron la pestilencia y la enfermedad; de sus entrañas, la corrupción del cuerpo y el hambre, la necesidad de nutrirse; y de su sangre, encarnando a la podredumbre y la visceralidad,surgió entre la negrura del cielo la figura de un jinete montado sobre un corcel de piel desgajada, ojos negros opacos y tono cerúleo. Un jinete que no era más que puro hueso tan brillante como la Luna, cubierto con ropajes negros y dotado de dos fuegos bermejos incandescentes que brillaban en las órbitas de su cráneo.

"Necros era su nombre, Dios de la Corrupción, la Mortandad y la Pestilencia, ente conciso y azaroso. Desde ese día, la mortalidad, el hambre, el envejecimiento y la pestilencia se contraponen a la abundancia, la belleza, la juventud y la fecundidad de la vida en la Tierra creada, para mantener el equilibrio natural y para hacer patente de su condición inferior a las criaturas que la habitan".

*Y desde ese día, Virgia llora una lágrima cada vez que un ánima le es arrebatada, y cada lágrima vertida en la Tierra por Ella origina una nueva vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario